El conflicto sindical promete profundizarse en la Capital. Mientras en el Sindicato de Obreros y Empleados Municipales (SOEM) anunciaron que repetirán los paros y las marchas hasta que los reciba el intendente, Germán Alfaro (Cambiemos), funcionarios municipales rechazaron el accionar gremial por considerarlo una intentona desestabilizadora.
“No nos sirve Alfaro como intendente, les hace mal a las familias de los trabajadores. Este hombre, que decía ser peronista demostró ser un infiltrado que quiere ser un oligarca. Por eso se niega a recibirnos como sindicato”, renegó Osvaldo Acosta, secretario General de SOEM frente a la Municipalidad, en la marcha de ayer al mediodía.
El primer paro del sindicato municipal contra Alfaro se produjo por cuatro reclamos: la apertura de paritarias municipales; el ingreso de los hijos de los trabajadores a cargos en las reparticiones; la reimplementación de los códigos de descuentos por planillas para medicamentos y supermercados; y la creación de una mesa de diálogo para estudiar la implementación del 82% móvil jubilatorio.
“Me parece risible que un concejal nombre a su hermano en la Municipalidad y un director de repartición nombre a sus tres hijos y a una nuera. Seguiremos reclamando al municipio. Germán Enrique Alfaro, preparate porque vendrá más lucha sindical”, fue el corolario de los 12 minutos de discurso que brindó Acosta frente a la sede municipal, en 9 de Julio y Lavalle.
En la Intendencia deslegitimaron la huelga. “Recibimos y dialogamos con todos los empleados, y a todos quienes tengan una representatividad de los trabajadores. Ayer (por el martes) me reuní con delegados de Espacios Verdes y de Urbanidad. Recién estuve en una reunión con delegadas de la Dirección de Educación. El municipio mantiene un diálogo permanente con todos los que tienen una intención constructiva, no con aquellos que responden a intereses espurios y políticos del gobernador Juan Manzur”, achacó Walter Berarducci, secretario de Gobierno municipal.
Adhesión disímil
En el sindicato y de la Municipalidad sostuvieron niveles de acatamiento diferentes a la medida de fuerza. Mientras que los de SOEM sostuvieron que la medida paralizó gran parte de las 26 reparticiones, los funcionarios de Alfaro consideraron la adhesión como “ínfima”. LA GACETA pudo conocer que en algunas direcciones hubo altercados entre los trabajadores que querían plegarse a la huelga y quienes no, como ocurrió con un incidente en la Dirección de Higiene Urbana.
“La medida de fuerza ha sido muy buena. Estamos despertando tras 12 años sin reclamos por las condiciones de trabajo. No vino tanta gente a la movilización porque amenazaron con tomar represalias”, consideró Acosta.
“Fueron 110 trabajadores quienes se adhirieron al paro. Hablamos de un porcentaje que no llega ni al 2% de los 5.000 empleados que conforman la planilla municipal. Por ello insistimos en que se trata de una medida político partidaria”, expuso Berarducci. Y agregó: “la gestión continuará trabajando para mejorar los servicios que presta a todos los vecinos”.
Entre los diferentes miembros de SOEM que dieron sus discursos, maestras de las escuelas municipales reclamaron por la reincorporación del código 105, un ítem salarial eliminado para docentes. “El Indec informó ahora que hacen falta $ 17.000 para no estar bajo la línea de la pobreza. Cobro $ 14.000, así que soy más que pobre. Queremos que el intendente abra las paritarias municipales”, protestó Jacqueline González, de SOEM.